Vine a esta hermosa pero superexplotada isla para realizar el curso Open Water de submarinismo ya que Koh Tao es famosa por contar con buenas escuelas, baratas y preciosos lugares para bucear. Tengo que lamentar que no pude completar el curso por problemas físicos. A diferencia de mucha gente no sentí miedo, realicé todos los ejercicios sin problemas y me sentía muy a gusto, cómodo. Pero al realizar la primera inmersión en mar abierto, a 14 metros de profundidad, todo resultó muy bien hasta que llegó la hora de subir.
A causa de que he sufrido (y sufro) de rinitis alérgica desde hace años, mis oídos son un poco más sensibles de lo normal, lo cual me causó problemas con la presión que se genera al estar debajo del agua. Al subir el aire se expande y tiene que salir por los oídos y si los conductos son sensibles es bastante molesto. Yo quedé un poco aturdido y hasta escupí un poco de sangre. Motivo suficiente para detener el curso, no quiero poner en riesgo mi salud y menos estando de viaje.
Lo cual no quiere decir que sea para siempre, quisiera volverlo a intentar en un par de años, la verdad es que es una experiencia única y hermosa, ví miles de peces de colores, de diferentes tamaños y hasta una raya. La gente que bucea disfruta de ese paraíso escondido debajo del mar.
Ya me encuentro en Bangkok, frenética y exótica ciudad de este sudeste asiático que cada día me cautiva más. Pronto subiré nuevas fotos de está caótica e interesante ciudad.
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