La Guerra de Vietnam no fue hace siglos, fue hace tan sólo unas cuantas décadas. El dolor, la humillación, el genocidio, se mantienen presente en el corazón de los vietnamitas , que aunque ganaron la guerra lloran la muerte de más de 3 millones de personas ( 2 millones civiles, sobre todo niños y ancianos campesinos) y millones de heridos. Eso sin contar que en la actualidad son más de 5 millones las personas que sufren problemas físicos a causa del Agente Naranja, químico super tóxico que los gringos regaron por todo el país para destruir la selva y encontrar más fácil a los indomables vietnamitas.
La visita al Museo de la Guerra en la ciudad de Ho Chi Minh es de caracter obligatorio para todo el que visita la caótica urbe. Uno puede haber escuchado cosas sobre la guerra en esta parte del mundo, pero no hay contacto más directo que con las imágenes que allí se encuentran recordando el genocidio cometido por ese estado terrorista, Estados Unidos de América, contra los pueblos de Vietnam, Laos y Camboya.
Para mí fue una experiencia dura, triste y a la vez de alegría. Alegría de ver la determinación de un pueblo a no ser dominado, a darse entero contra el enemigo invasor, a luchar con alma y corazón por su tierra, la misma de sus ancestros.
Cómo dijo un gran amigo periodista, Lucas, " Haría pasar por este museo al 100% de los estadounidenses". Y estoy de acuerdo, son muchos los que allá no son conscientes de las barbaries que sus gobiernos han hecho y hacen a lo largo y ancho de este jodido planeta.
La primera parte del museo se centra en recordar la solidaridad internacional mostrada al pueblo de Vietnam. Fue un orgullo ver esta placa mostrando a los caraqueños de los años sesenta mostrando su determinación antiimperialista y su respeto por el pueblo vietnamita. .
Gracias Vietnam por mostrarme tu fuerza y determinación, son todo un ejemplo de dignidad y de lucha incansable y llena de amor.