Creo que como bien dice el dicho: " una imagen vale más que mil palabras" por lo tanto poco puedo decir de este lugar que no puedan ver los ojos de quien vea esta foto.
Las cataratas de Iguazú, son más que unas cataratas, son un templo que la Pachamama nos regala para que los que por allí pasen se purifiquen.
Ubicadas en la triple frontera de Paraguay,Argentina y Brasil, conforman este hermoso parque natural dónde lo divino del Universo funde nuestras pequeñas y egoístas pretensiones capitalistas.
Dónde la fuerza del agua nos recuerda quien manda en este mundo y a la vez, me dió, al menos a mí, cierta calma al entender que por más que deseen controlarla nunca podrán, la Naturaleza tomará venganza cuando lo considere necesario.
Gran agravio se cometió en este lugar sagrado, como en tantos otros, un aborrecible hotel Sheraton fue construído para que aquellos seres de sangre azul, esos ladrones de cuello blanco, vengan a ver el templo
en helicóptero y sin tener que mezclarse con el "viajerus vulgaris" que tambíen quiere respirar en este mágico lugar.
Iguazú pertenecía en su totalidad al Paraguay, pero después de la Guerra de la Triple Alianza ( genocidio cometido contra el pueblo paraguayo con dinero inglés y brazos brasileros, argentinos y uruguayos hacia 1864) el lugar fue escogido para hacer la triple frontera y Paraguay se quedó sin cataratas, aunque esto es lo de menos si tenemos en cuenta que su población pasó de 1.500.000 a 250.000 apróximadamente, quedando solamente 22.000 hombres. Qué curioso que en ese Colegio basura al que fui de niño no mencionaran nunca que ese fue el conflicto bélico más grande del continente americano después de la conquista.
Recomiendo este lugar para cualquiera que venga al sur de Suramérica, es realmente una joya que tenemos en este continente y que vale la pena visitar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario