Despedirse de Brasil no es fácil, una tierra tan rica en todos los sentidos que esta palabra puede abarcar no deja de ser el anhelo de muchos viajeros y de todos aquellos que buscan algun paraíso perdido, algun sueño surgido en una noche de invierno o el color que se ha obscurecido en tantas partes del mundo.
Por eso no te puedo decir adios Brasil, como dicen tantas canciones, no es más que un hasta luego.. mejor aún, un hasta pronto!
Hasta pronto a tu mar, a tu caipiriña de frutas, a tus tortugas marinas, a tu gente risueña y alegre, a tu infinitamente hermosa Rio, a tu caliente tambor en Salvador, a tus calles empedradas de Paraty, a tu delicioso arroz y feijao, a tu farofa, tus coxinhas, tu pescao frito y fresco, tu acarajé, a esa pimenta bahiana que me mata y me llena de vida, a tu samba, tu forró, tu bossa nova, a esas tardes de capoeira que nos muestran la resistencia africana, a esos camarones que sólo con la vista pude comer ( por ser alérgico), a tus playas con Sol y agua de coco en la boca, en fin, hasta pronto a toda esa vida, a esa luz que destellas en cada esquina, en cada palmera, hasta pronto Brasil!
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