El pana Shimeliz es un claro ejemplo de la majestuosidad y simpatía del pueblo etíope. Lo conocí en el autobus que iba desde Addis Abeba hasta Bahir Dar. Sólo poco más de media hora de conversación bastó para que este caballero no me dejara pagar ni un céntimo por la injeera que compartimos. Amasak guenalo guadeña !
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ResponderEliminarEse pin! donde andas hermano? un abrazo fuerte desde Madrid... no necesitas un empleado que te cargue las piedras?
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