Sí que tuve razón al decir que lo que hay adentro de las casas de Puno es lo que vale, si bien la apariencia exterior de las mismas no denota la belleza que puede encontrarse en otros lugares, en el interior se encuentran personas llenas de buenas energías, al menos yo tuve la suerte de encontrarme con algunas de ellas.
Estaba sólo tomando un par de cervezas en el bar Positive y allí conocí a estas amables personas que al día siguiente me invitaron a comer a su casa y pasé un momento inolvidable. Gracias Dalila, Oscar, Merel y a todos los demás que ahora mismo no me vienen los nombres, al hermano y hermana puneños y a la hermana colombiana, espero que hayas pasado bien por la carretera clandestina.. Un abrazo para todos y gracias por ser como son. Nos vemos en el camino.
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